La propuesta permitirá a nuestros estudiantes adoptar una postura crítica y reflexiva con respecto a los conflictos que se evidencian diariamente en las instituciones educativas situadas en diferentes contextos sociales en los cuales se desenvuelven los profesionales de la educación. Para ello, se requiere de herramientas que favorezcan la intervención y levantamiento de propuestas que permitan identificar necesidades, problemáticas, roles, maneras de relacionarse y estrategias para dar soluciones a diferentes tipos de conflictos escolares.
En este sentido, es importante destacar que, durante estas últimas décadas, la violencia y los conflictos han experimentado un progresivo aumento en nuestra sociedad.
El informe de la Unesco, en su texto la Educación encierra un tesoro (1996) nos recuerda algunas premisas: la educación ha sido siempre y sigue siendo una tarea eminentemente social; la humanización es concebida como un crecimiento desde el interior del ser humano, el cual llega a su realización plena cuando es capaz de responsabilizarse de su libertad.
Por otra parte, Maturana (1997), nos señala que el ser humano es concebido como sujeto(a) social en el reconocimiento como una persona digna y respetable, de la cual requiere y necesita de la colaboración de las otras y otros.